LA GRAN DEPRESIÓN

La Gran Depresión fue un periodo de la historia del siglo XX donde predominó una crisis económica a escala mundial. Es de gran importancia su estudio debido a que fue una depresión económica duradera y que afectó profundamente a la sociedad. Se considera su inicio el día 29 de octubre de 1929, el Martes Negro. Día en el que la bolsa de Nueva York cayó de manera estrepitosa y el pánico se adueño de los inversores. La crisis bursátil se expandió a otros sectores y de ahí a la sociedad. La recuperación económica fue lenta y dolorosa.
La vuelta al patrón oro provocó diversos problemas.  En los países que devaluaron la moneda, la balanza de pagos era positiva y podrían ir acumulando oro. En Italia, la paridad no funcionó tan bien debido al populismo y autoritarismo del fascismo de Mussolini. Hasta 1930 prácticamente toda Europa y toda América habían adoptado el patrón oro. Pero al inicio de la Gran Depresión, en septiembre de 1931, Inglaterra decide suspender la convertibilidad en oro de la libra. Esta decisión, provocada por el déficit de la balanza de pago, la escasa competitividad, el encarecimiento del crédito y la crisis económica,  fue de gran trascendencia. El abandono del patrón oro por Inglaterra trajo consigo el de la mayor parte de los países de la Commonwealth y posteriormente de EEUU. Progresivamente, la mayoría del resto de países abandonaron el patrón oro. El patrón oro no fue causa en sí de La Gran Depresión, pero incrementó su virulencia a nivel mundial y no ayudó a paliar los efectos de la crisis económica.
En la lucha contra la depresión, Keynes y su Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero fueron de vital importancia . Para Keynes no hay una lógica económica, sino dos: la microeconomía y la macroeconomía. A partir de ahí, Keynes elaboraba un modelo económico en el que la depresión económica se combatiría con déficit en el presupuesto. A su vez, en tiempos de prosperidad se alcanzarían superávits para no incrementar la producción y la especulación. Estas ideas circulaban en la época y Keynes les dio coherencia y rigor técnico.
En EEUU Franklin D. Roosevelt basó su política económica en la Ley de Ajuste Agrícola y la Ley de Recuperación Industrial. En estas políticas, enmarcadas dentro del New Deal, el gobierno pretendía subir salarios y reactivar la economía, aunque no por ello los trabajadores perdieron derechos ya que Roosevelt quería dar estabilidad laboral en este tiempo de crisis. Por otro lado, en Suecia había una política anticíclica de corte keynesiano, optando por la depreciación de la moneda, el déficit público y la redistribución de la renta, a la par que se introducía un seguro por desempleo. En Inglaterra se optó menos por la política anticíclica y la economía se recuperó casi enteramente por factores internos. Otros países afectados en Europa fueron bastante afectados por la crisis y su recuperación fue lenta. En definitiva, la Gran Depresión fue una gran catástrofe social causada por poner en práctica simultáneamente paradigmas económicos y sociales incompatibles. Asimismo, los remedios contra la depresión se aplicaron con ineptitud y retraso y se necesitó casi una década para que el mensaje keynesiano fuera asimilado por los políticos. La política económica de Keynes fue fundamental e influyó de gran manera durante buena parte del siglo XX. En este apartado de la mayor crisis de la Historia solamente se ha ahondado de forma superficial el problema. Fue un periodo complejo y con distintos puntos de vista y de análisis. En el futuro se seguirá analizando este interesante periodo y que puede tener paralelismos con la crisis económica que empezó en el 2008, crisis que analizaremos en otra entrada del blog.

Rafael Almarcha Sánchez, 14 de diciembre de 2017

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